Post by asteroid on Jan 21, 2008 2:41:42 GMT -3
"El correo electrónico es el factor que más problemas ocasiona en la vida laboral actual"
Aún cuando las consultoras especializadas en seguridad informática no se ponen totalmente de acuerdo, lo cierto es que calculan que, en promedio, el envío de correos electrónicos no solicitados aumentó un 9% en el segundo trimestre frente al mismo período de 2006.
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Esta montañana de de mensajes no pedidos, ni deseados, y la mayoría de las veces ni siquiera útiles, unidos a los otros, a los que sí sirven, afectan a la salud de las personas. Y es que, además de interrumpir constantemente el ritmo de trabajo, crean un fuerte estrés, de acuerdo con los resultados de un estudio hecho por el departamento de Ciencia Computacional de la universidad de Glasgow en Escocia, Gran Bretaña.
Según los investigadores, los trabajadores (especialmente) se sienten cansados, frustrados y poco productivos ante la catarata de correos que tienen que mirar día a día: Muchos individuos se sienten presionados por el e-mail e interpretan esa presión como estrés, asegura el informe.
El correo electrónico es el factor que más problemas nos ocasiona en nuestra vida laboral hoy por hoy -asegura Karen Renaud, responsable del estudio-. Es una herramienta maravillosa, pero se nos ha escapado de las manos. El e-mail nos apura, nos pone ansiosos, queremos saber constantemente qué nos ha llegado, especialmente si es de nuestra familia, amigos o de nuestro jefe.
Junto a la psicóloga Judith Ramsay, de la universidad de Paisley y su colega Mario Hair, Renaud encuestó a 177 personas, la mayoría de ellas vinculadas a trabajos creativos, para comprobar de qué manera se comportaban cuando recibían un correo electrónico en el trabajo
Y hallaron que un 34% de los encuestados se sentía estresado por el aplastante número de emails llegados a sus casillas, y por la obligación de responder a los mensajes rápidamente. Otro 28% confesó sentirse muy presionados.
Por el contrario, para un 38% de los que contestaron los e-mails no eran ninguna fuente de agobio, ya que reconocieron que no contestaban los mensajes hasta pasados entre un día y una semana. Lo cual, en realidad, tampoco es productivo ni aconsejable, al menos en lo que a trabajo se refiere.
En este sentido, la investigación halló que hombres y mujeres son distintos, también en este aspecto: ellas se sienten más presionadas a contestar que los hombres, les cuesta más dejar pasar el tiempo para responder.
Las reacciones, en números
Un dato aplastante es que quienes trabajan todo el tiempo frente a lacomputadora chequean el correo electrónico entre 30 y 40 veces por hora, con una regularidad que va de los pocos segundos al minuto.
La mitad de los encuestados reconoció que miraba su bandeja de entrada más de una vez cada hora, mientras que el 35% admitió hacerlo cada 15 minutos.
Pero la realidad del estudio escocés muestra que en la mayor parte de los casos el chequeo de los correos electrónicos se hacía cada cinco minutos.
Uno de los descubrimientos más destacados del estudio es que las personas miran su correo con más frecuencia de la que dicen, aunque no se dan cuenta de eso. Y tampoco advierte que esto les produce una fuerte distracción de lo que están haciendo, advierte Judith Ramsay, de la Universidad de Paisley.
Los responsables de este estudio recomiendan a los trabajadores leer el e-mail unas cuantas veces al día para reducir los niveles de estrés con el que viven la constante llegada de correo a su bandeja de entrada. De esta manera, protegerían su salud y la sensación de intrusismo con el viven esta situación.
Nuestro cerebro se cansa cuando se rompe su ritmo cada pocos minutos para chequear el correo -describe Karen Renaud-. Cuantas más cosas nos distraen, incluido el e-mail, más cansados nos sentimos y más improductivos somos.
www.saludyciencias.com.ar
Aún cuando las consultoras especializadas en seguridad informática no se ponen totalmente de acuerdo, lo cierto es que calculan que, en promedio, el envío de correos electrónicos no solicitados aumentó un 9% en el segundo trimestre frente al mismo período de 2006.
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Según los investigadores, los trabajadores (especialmente) se sienten cansados, frustrados y poco productivos ante la catarata de correos que tienen que mirar día a día: Muchos individuos se sienten presionados por el e-mail e interpretan esa presión como estrés, asegura el informe.
El correo electrónico es el factor que más problemas nos ocasiona en nuestra vida laboral hoy por hoy -asegura Karen Renaud, responsable del estudio-. Es una herramienta maravillosa, pero se nos ha escapado de las manos. El e-mail nos apura, nos pone ansiosos, queremos saber constantemente qué nos ha llegado, especialmente si es de nuestra familia, amigos o de nuestro jefe.
Junto a la psicóloga Judith Ramsay, de la universidad de Paisley y su colega Mario Hair, Renaud encuestó a 177 personas, la mayoría de ellas vinculadas a trabajos creativos, para comprobar de qué manera se comportaban cuando recibían un correo electrónico en el trabajo
Y hallaron que un 34% de los encuestados se sentía estresado por el aplastante número de emails llegados a sus casillas, y por la obligación de responder a los mensajes rápidamente. Otro 28% confesó sentirse muy presionados.
Por el contrario, para un 38% de los que contestaron los e-mails no eran ninguna fuente de agobio, ya que reconocieron que no contestaban los mensajes hasta pasados entre un día y una semana. Lo cual, en realidad, tampoco es productivo ni aconsejable, al menos en lo que a trabajo se refiere.
En este sentido, la investigación halló que hombres y mujeres son distintos, también en este aspecto: ellas se sienten más presionadas a contestar que los hombres, les cuesta más dejar pasar el tiempo para responder.
Las reacciones, en números
Un dato aplastante es que quienes trabajan todo el tiempo frente a lacomputadora chequean el correo electrónico entre 30 y 40 veces por hora, con una regularidad que va de los pocos segundos al minuto.
La mitad de los encuestados reconoció que miraba su bandeja de entrada más de una vez cada hora, mientras que el 35% admitió hacerlo cada 15 minutos.
Pero la realidad del estudio escocés muestra que en la mayor parte de los casos el chequeo de los correos electrónicos se hacía cada cinco minutos.
Uno de los descubrimientos más destacados del estudio es que las personas miran su correo con más frecuencia de la que dicen, aunque no se dan cuenta de eso. Y tampoco advierte que esto les produce una fuerte distracción de lo que están haciendo, advierte Judith Ramsay, de la Universidad de Paisley.
Los responsables de este estudio recomiendan a los trabajadores leer el e-mail unas cuantas veces al día para reducir los niveles de estrés con el que viven la constante llegada de correo a su bandeja de entrada. De esta manera, protegerían su salud y la sensación de intrusismo con el viven esta situación.
Nuestro cerebro se cansa cuando se rompe su ritmo cada pocos minutos para chequear el correo -describe Karen Renaud-. Cuantas más cosas nos distraen, incluido el e-mail, más cansados nos sentimos y más improductivos somos.
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