Post by asteroid on Mar 20, 2008 18:12:03 GMT -3
Sábado 11 de marzo de 2006
Exhiben en Holanda las mejores colecciones
Más de 35.000 obras de arte dan vida a la feria de Maastricht
La muestra fue visitada por 11.000 personas en dos días; hay ventas millonarias
MAASTRICHT.- Con una convocatoria récord de público -11.000 personas en dos días- y la opinión unánime de que este año mostró el mayor despliegue de obras maestras de sus 30 años de historia, la feria Tefaf (The European Fine Art Fair), la más importante muestra europea de arte y antigüedades, empezó a inscribir ventas rutilantes y los galeristas se preparan para una temporada que anticipan excepcional.
Esa fue la sensación recogida ayer por LA NACION en el Centro de Exposiciones Meec, en la periferia de esta ciudad, durante el primer día abierto al público.
La muestra le ha inyectado al mercado 35.000 obras de arte, entre pinturas, esculturas, grabados, piezas de las artes decorativas, tapicería, manuscritos, incunables, mapas antiquísimos, armas y joyas, de la más alta calidad y sofisticación.
Botón de muestra es la valuación realizada por la aseguradora internacional Axa Art, líder en el resguardo de acervo artístico, que estimó el contenido total de Tefaf en US$ 1500 millones.
La cifra es rutilante, pero un recorrido minucioso por los más de 200 stands no deja margen para la duda. ¿Qué feria puede congregar en pocos metros de distancia una vista del Gran Canal veneciano firmada por Canaletto (US$ 20 millones), un retrato ecuestre de Goya de Manuel Godoy (US$ 5 millones) y un Gauguin, de colorido fabuloso de su época tahitiana, cuya escena bíblica representa la odisea del esclavo José frente a su amo Putifar en el antiguo Egipto (US$ 25 millones)?
El poder del veto
La garantía de calidad y procedencia de las obras ofrecidas en la feria está asegurada por un comité de veto, integrado por 140 especialistas de todo el mundo, que supervisan atribuciones y son capaces de descolgar las piezas que no se ajusten a los altísimos estándares de la feria.
Integran ese riguroso y temible comité prestigiosos historiadores del arte, académicos y directores de museos que, a puerta cerrada, juzgan y escudriñan durante horas cada una de las piezas. Nadie puede interrumpir su labor. Y una imprecisa atribución termina con la pieza fuera de juego. El riesgo es alto y, según comentan, nadie se atreve a cuestionar o apelar sus decisiones.
En la jornada inaugural, 8500 invitados especiales, un 15% más que el año anterior, dibujaron los primeros puntos rojos que ayer se fueron incrementando con el correr de las horas, cuando otros 2500 visitantes estamparon el sello de vendido al lado de obras arte de todas las épocas y latitudes.
Si bien Tefaf es famosa por la calidad de sus old masters, los lenguajes más contemporáneos también están presentes, con obras de Fernand Léger, Henry Moore, Alberto Giacometti, Francis Picabia, David Hockney, Claes Oldenburg y George Braque, entre otros.
Aunque son pocos los que aceptan difundir cifras, LA NACION pudo saber que el lienzo de Picasso "Homme assis", de 1972, perteneciente a la serie de tonos grises que el artista malagueño dedicó a los mosqueteros tras leer la novela de Dumas, cambió de manos por US$ 23 millones.
La galería canadiense Landau se jactó de cerrar una operación por un lienzo ejecutado un año antes de la muerte del pintor y en la que queda en evidencia la influencia de obras anteriores de Rembrandt y Velázquez.
El lienzo "La luna", del simbolista catalán Joan Miró, también se vendió, en 7,2 millones de euros. Pero la venta más comentada fue el par de candelabros de dos metros de altura, de plata 925, circa 1830, que la casa londinense Marks vendió en la astronómica cifra de 3 millones de euros. Su valuación está en relación con el calibre de las piezas: fueron confeccionadas por Tiffany´s; cada uno de los candelabros de 12 brazos pesa 28 kilos y enceguecen con su brillo y monumentalidad.
Aunque todavía no se cerró trato, un coleccionista suizo ayer juraba que colgaría en su casa de Ginebra un grabado a la punta seca de Rembrandt, tras pagar US$ 187.000.
Consultada la casa alemana que en esta feria atesora la mayor cantidad de obra gráfica del maestro barroco, informó que sus obras en papel parten de los 9000 euros y llegan hasta los 200.000, como la imagen de la mujer desnuda que se cubre a los pies de la cama en el citado grabado.
Los dos anticuarios argentinos también mostraron su satisfacción. Jaime Eguiguren cerró una operación por una pieza que es una verdadera reliquia. No informó la cifra, pero se desprendió de un atlas Mercator, con grabados coloreados a mano que datan de 1585.
Su hermano Javier todavía no inscribió puntos rojos, pero mostró su satisfacción por las avanzadas conversaciones con varios interesados europeos por sus trebejos de plata gauchescos.
Por Loreley Gaffoglio
Enviada especial
Link permanente: www.lanacion.com.ar/787835
Exhiben en Holanda las mejores colecciones
Más de 35.000 obras de arte dan vida a la feria de Maastricht
La muestra fue visitada por 11.000 personas en dos días; hay ventas millonarias
MAASTRICHT.- Con una convocatoria récord de público -11.000 personas en dos días- y la opinión unánime de que este año mostró el mayor despliegue de obras maestras de sus 30 años de historia, la feria Tefaf (The European Fine Art Fair), la más importante muestra europea de arte y antigüedades, empezó a inscribir ventas rutilantes y los galeristas se preparan para una temporada que anticipan excepcional.
Esa fue la sensación recogida ayer por LA NACION en el Centro de Exposiciones Meec, en la periferia de esta ciudad, durante el primer día abierto al público.
La muestra le ha inyectado al mercado 35.000 obras de arte, entre pinturas, esculturas, grabados, piezas de las artes decorativas, tapicería, manuscritos, incunables, mapas antiquísimos, armas y joyas, de la más alta calidad y sofisticación.
Botón de muestra es la valuación realizada por la aseguradora internacional Axa Art, líder en el resguardo de acervo artístico, que estimó el contenido total de Tefaf en US$ 1500 millones.
La cifra es rutilante, pero un recorrido minucioso por los más de 200 stands no deja margen para la duda. ¿Qué feria puede congregar en pocos metros de distancia una vista del Gran Canal veneciano firmada por Canaletto (US$ 20 millones), un retrato ecuestre de Goya de Manuel Godoy (US$ 5 millones) y un Gauguin, de colorido fabuloso de su época tahitiana, cuya escena bíblica representa la odisea del esclavo José frente a su amo Putifar en el antiguo Egipto (US$ 25 millones)?
El poder del veto
La garantía de calidad y procedencia de las obras ofrecidas en la feria está asegurada por un comité de veto, integrado por 140 especialistas de todo el mundo, que supervisan atribuciones y son capaces de descolgar las piezas que no se ajusten a los altísimos estándares de la feria.
Integran ese riguroso y temible comité prestigiosos historiadores del arte, académicos y directores de museos que, a puerta cerrada, juzgan y escudriñan durante horas cada una de las piezas. Nadie puede interrumpir su labor. Y una imprecisa atribución termina con la pieza fuera de juego. El riesgo es alto y, según comentan, nadie se atreve a cuestionar o apelar sus decisiones.
En la jornada inaugural, 8500 invitados especiales, un 15% más que el año anterior, dibujaron los primeros puntos rojos que ayer se fueron incrementando con el correr de las horas, cuando otros 2500 visitantes estamparon el sello de vendido al lado de obras arte de todas las épocas y latitudes.
Si bien Tefaf es famosa por la calidad de sus old masters, los lenguajes más contemporáneos también están presentes, con obras de Fernand Léger, Henry Moore, Alberto Giacometti, Francis Picabia, David Hockney, Claes Oldenburg y George Braque, entre otros.
Aunque son pocos los que aceptan difundir cifras, LA NACION pudo saber que el lienzo de Picasso "Homme assis", de 1972, perteneciente a la serie de tonos grises que el artista malagueño dedicó a los mosqueteros tras leer la novela de Dumas, cambió de manos por US$ 23 millones.
La galería canadiense Landau se jactó de cerrar una operación por un lienzo ejecutado un año antes de la muerte del pintor y en la que queda en evidencia la influencia de obras anteriores de Rembrandt y Velázquez.
El lienzo "La luna", del simbolista catalán Joan Miró, también se vendió, en 7,2 millones de euros. Pero la venta más comentada fue el par de candelabros de dos metros de altura, de plata 925, circa 1830, que la casa londinense Marks vendió en la astronómica cifra de 3 millones de euros. Su valuación está en relación con el calibre de las piezas: fueron confeccionadas por Tiffany´s; cada uno de los candelabros de 12 brazos pesa 28 kilos y enceguecen con su brillo y monumentalidad.
Aunque todavía no se cerró trato, un coleccionista suizo ayer juraba que colgaría en su casa de Ginebra un grabado a la punta seca de Rembrandt, tras pagar US$ 187.000.
Consultada la casa alemana que en esta feria atesora la mayor cantidad de obra gráfica del maestro barroco, informó que sus obras en papel parten de los 9000 euros y llegan hasta los 200.000, como la imagen de la mujer desnuda que se cubre a los pies de la cama en el citado grabado.
Los dos anticuarios argentinos también mostraron su satisfacción. Jaime Eguiguren cerró una operación por una pieza que es una verdadera reliquia. No informó la cifra, pero se desprendió de un atlas Mercator, con grabados coloreados a mano que datan de 1585.
Su hermano Javier todavía no inscribió puntos rojos, pero mostró su satisfacción por las avanzadas conversaciones con varios interesados europeos por sus trebejos de plata gauchescos.
Por Loreley Gaffoglio
Enviada especial
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